La Virgen de Covadonga. La Santina
"Chelo" nacida en Sama nos cuenta su vivencia aquel día de julio cuando la Santina llegó desde Mieres.
" La noticia de la llegada de la Santina de su exilio parisino llegó a trvés del boca a boca una vez coocido si hallazgo.
A la llegada a Sama a hombros y recibida por una gran cantidad de gente recuerdo que al pasar por el chalet de Baragaño su dueña cuya hija pequeña estaba enferma la ofreció a la Santina para que la curara.
La iglesia de Santiago, estaba destruida tras el bombardeo sufrido durante la guerra. Para cobijar a la Virgen se construyó en la parte alta del Parque del Dorado una replica preciosa próxima al surtidor de agua con forma de angel. Su construcción fue muy rápida.
Calles y los edificios que aún se mantenían en pie estaban adornadas con espadaña recogida de un jardín de la Felguera. La gente vestía las mejoras galas, no muchas, después de la guerra.
Fui acompañada de mis hermanas, eramos una familia numerosa seis hermanos y cuatro hermanas aunque dos fallecieron de pequeños. Todas las calles incluso aquellas por las que al final no pasó la procesión estaban adornadas de espadaña.
Las autoridades presidían el acto, el alcalde Echevarría había organizado la construcción de la réplica de la Cueva para alojar a la Virgen de Covadonga durante la noche.
La gente acudió a recibir y ver a la Virgen de las Batallas desde toda la cuenca, se arrodillaban ante ella y los mineros que finalmente la acompañaron hasta su llegada a Oviedo se arrodillaban a la salida del Palio y se quitaban la gorra a su paso.
Durante toda la tarde y hasta la noche se organizaron actos frente a la Virgen y la gente acudía a verla, durante la noche nosotras nos volvimos a casa y no recuerdo que actos tuvieron lugar.
A la mañana siguiente todos acudimos a despedirla en procesión hasta la salida de La Felguera camino a Oviedo. A partir de este momento un grupo de mineros la precedía en su camino junto con un numeroso grupo de gente que prosiguió la procesión hasta el siguiente destino."